HUMANISMO
CRISTIANO
El
humanismo cristiano es la concepción de la persona humana y de la sociedad que
se basa en los valores y principios del cristianismo.
Constituye,
en ese sentido, una corriente de pensamiento o filosofía política, que proyecta
hacia la sociedad humana dichos valores y principios, a fin de que estos
inspiren las relaciones entre los seres humanos y los orienten en su labor de
construir un orden social justo, solidario y ético.
Las
fuentes del humanismo cristiano son, principalmente, la filosofía cristiana
y la Doctrina Social de la Iglesia, las cuales establecen
orientaciones fundamentales sobre la concepción de la persona, los valores del
orden social, la justicia en las relaciones humanas y entre los Estados, el
bien común como finalidad de la acción política y la ética como sustento de
ésta.
La
Doctrina Social de la Iglesia, iniciada con la célebre Encíclica
Rérum Novarum (1891) que denunció los excesos e injusticias del capitalismo y
del liberalismo,- como luego otras lo hicieron respecto del socialismo y del
comunismo y, también, del neoliberalismo -, traza las grandes líneas de la
acción de los cristianos en la vida social y política, promoviendo su
participación para realizar el bien común, la justicia social, la solidaridad y
la ética.
Sin
embargo, el humanismo cristiano también se nutre del valioso aporte de
filósofos y pensadores cristianos, que desde la laicidad y la experiencia
social y política, han desarrollado importantes concepciones sobre diversos
aspectos de la sociedad y del Estado, contribuyendo a conformar un pensamiento
homogéneo, integrado y global sobre estas materias.
Los
ejes centrales del humanismo cristiano son los siguientes:
- - La noción de la persona humana, como ser digno, libre y social, que tiene un destino individual pero que sólo se desarrolla plenamente en sociedad, mediante la solidaridad con los demás.
- - La idea de la sociedad como el fruto y, al mismo tiempo, el espacio natural para el desarrollo de la persona, que crea la condiciones para el progreso espiritual y material de todos sus miembros, dentro de un clima de solidaridad.
- - El Estado, como una manifestación natural de la sociabilidad del ser humano, cuya finalidad es garantizar y promover el bien común y servir a la dignidad y libertad de las personas. La justicia social, que asegure la igualdad de oportunidades, elimine la discriminación y la exclusión social y promueva el bienestar, es la condición de eficacia en el logro del bien común por parte del Estado.
- - La democracia como forma de existencia del Estado, que asegura a todos el respeto de su libertad, el pluralismo ideológico y político, la libre expresión de las ideas, el respeto de las minorías y la participación de todos en la vida política, con sentido de responsabilidad cívica.
- - La política como vocación de servicio al bien común, orientada a la realización de éste y no de fines individuales, sectoriales o partidistas. La ética debe primar en la vida política, afirmando los valores de honestidad, verdad y tolerancia.
El
humanismo cristiano, en tanto que doctrina o pensamiento general sobre la
persona, la sociedad, el Estado y la política, no es patrimonio de ninguna
ideología ni de un partido político. Su vocación es inspirar la acción social y
política, porque aspira a realizarse en la vida concreta y cotidiana de la
sociedad y ser, en tal sentido, fundamento para la acción política y social de
los cristianos, pero no por ello se agota, se identifica ni avala determinadas
conductas políticas específicas, ya que el eventual desarrollo de ideologías o
programas políticos, encarnados en determinados partidos, es responsabilidad
exclusiva de éstos y de su particular interpretación y aplicación del
pensamiento humanista cristiano.
El
humanismo cristiano, por su relevante exaltación de la dignidad de la persona
humana, pone en primer lugar, la cuestión de los derechos fundamentales de
ésta, haciendo de ellos el eje de cualquier política concreta de Estado, porque
entiende y sostiene que el Estado está al servicio de la persona y no la
persona al servicio del Estado.
Tomado de humanitasguineae